Podríamos decir que un profesional independiente es un trabajador por cuenta propia, autónomo, que se busca la vida para hacer aquello que le permite desarrollar su profesión digna y honradamente, bien desde su casa, bien acudiendo al domicilio de la/s persona/s que le contratan (para servicios a empresas u otros profesionales independientes o para servicios personales).
Estos profesionales suelen tener el centro de su negocio (su oficina) en su propio domicilio o contar con una oficina independiente (abierta al público o no).
Los seguros están ahí para hacerte la vida más fácil y como apoyo en caso de necesidad. Tal vez parezcan un gasto del que se puede prescindir, pero cuando la cosa viene mal dada se agradece tener alguien que responda.
Si eres autónomo pueden interesarte estos seguros:
Seguro de salud
Lo primero que te recomiendo encarecidamente si eres profesional independiente es que contrates un seguro de salud. Cualquier cosa que tengas puede dejarte fuera de juego meses si no lo atiendes a tiempo. Y como ya sabes cómo está el tema de las listas de espera en la Sanidad Pública ... Además, te lo puedes desgrava en la declaración de la renta.
Seguro de incapacidad temporal
Otro seguro muy interesante es el seguro de baja laboral para autónomos. Este seguro es muy útil porque te permite cobrar una indemnización en caso de incapacidad temporal. Sin embargo, debes valorarlo muy bien y analizar con detalle las diferentes opciones. Además, ten en cuenta que algunos seguros de salud para autónomos pueden incluir una cobertura para estos casos.
Seguro de Responsabilidad Civil
También es muy interesante que, si se da el caso, contrates un seguro de responsabilidad civil. Todo depende de la actividad que desarrolles. Incluso aunque en tu profesión no sea obligatorio, te recomiendo que revises que opciones de seguro hay para tu trabajo.
Además, si tienes una oficina, especialmente si está abierta al público o en la que atiendas a tus clientes, revisa las coberturas del seguro que cubra esta instalación (hogar, comercio, etc.) y asegúrate que tienes cubierta la responsabilidad civil, por si pasa cualquier cosa. Y si trabajas dando servicio a otras personas, especialmente a menores, tanto si lo haces directamente o a través de un tercero, deberías contar con este tipo de seguro también.
Seguro de vida
Por otra parte, si tienes familiares a tu cargo, especialmente hijos, te recomiendo encarecidamente que contrates un seguro de vida. En caso de que faltes, la pensión de viudedad que le va a quedar a tu cónyuge y la de orfandad que le va a quedar a tus hijos no va a ser para echar cohetes que digamos, a no ser que hayas cotizado por el máximo o, como poco, por algo más que por el mínimo (cosa poco habitual en estos tiempos). Además, es más que recomendable que incluyas la cobertura de incapacidad permanente y absoluta.
Seguro de accidentes
En función de tu profesión, también puede interesarte contratar un seguro de accidentes. Antes revisa primero si otros seguros que tengas contratados (vida, vehículo u otro) no contemplan la posibilidad de incluir esta cobertura).
Seguro de vida ahorro
Por último no debemos olvidarnos de la jubilación y de la preparación para ese momento. Un seguro de vida ahorro, como un PIAS o un PPA, por ejemplo, te permitirá ahorrar de cara a la jubilación para poder complementar la pensión estatal.
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